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Mandiola

Mandiola es un barrio amplio, que va desde la zona de Elorreta hasta el caserío Azpiri. Al oeste se encuentra con el barrio de Gorosta, pero no se juntan; están bien separados los dos barrios. El límite está en el camino que baja de la ermita de Santakurutz a Matxaria. El viejo camino o camino por el que se conducían los féretros que baja de Akondia y pasa entre los dos caseríos Nagiorbe y al lado del caserío Urkizuegi es testigo de ello. Por el otro lado, la frontera entre Bizkaia y Gipuzkoa separa a Mandiola de Ermua.

Hemos dicho que Mandiola es grande, y así debe ser para albergar a sus 29 caseríos. Hoy son 29, pero en su día fueron dieciséis más. La escuela, las casas de reciente construcción y la ermita también tienen su hueco en el barrio.

Mandiola

El barrio ha dado caseríos y personas conocidas. Bittor Sarasketa, persona de gran renombre en Eibar y fuera de Eibar, vivió en el caserío Azpiri de Mandiola, y decenas de hijos de los caseríos Gisasola, Iturrao y Pagaegi, entre otros, han sido alcaldes, curas, escribanos y regidores de Eibar. Pero, por citar a dos personas nacidas y vividas en este barrio, ahí están Indalezio Sarasketa “Txikito de Eibar” y Miguel Gallastegi, que a todos nos vienen a la memoria. El primero, del caserío Azpiri, y el segundo, del caserío Asolaigartza. Son dos de los nombres más importantes que ha tenido el mundo de la pelota. ¿Qué otro lugar de Euskal Herria puede decir lo mismo?

La escuela de Santakurutz, fundada antes de la guerra, también tiene su importancia en Mandiola y los barrios de alrededor. Se encontraba debajo de la ermita del mismo nombre, y a ella acudían los chicos y chicas de Mandiola, así como la mayoría de los del barrio de Gorosta, a escolarizarse. Hace tiempo que fue cerrada, y hoy no quedan más que unos pocos restos de ella.

La zona de Santakurutz fue un punto estratégico durante la guerra. Allí se encontraba un frente de los rojos. Otro se encontraba en la parte alta de Akondia. Pero no solo son los asuntos de la guerra los que guarda el barrio de Mandiola; también se hacían romerías. Las que se hacían en Izua eran muy conocidas en Eibar, y a ellas acudía la gente de otros barrios y del pueblo, atraída por el ambiente festivo. Posteriormente, también empezaron a organizar romerías en Usartza.

Los caseríos del barrio

 


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