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La máquina de coser

El devenir de la producción de la máquina de coser está ligado a una empresa, Alfa y esta a su vez a la historia más reciente de la ciudad de Eibar.

Como consecuencia de una larga y dura huelga que tuvo lugar en 1920, un grupo de obreros especialistas del ramo de la armería se agruparon para organizar una Sociedad Cooperativa heredera de ese espíritu societario que había imperado a finales del siglo XIX . Constituida el 28 de Octubre de 1920 bajo la denominación de "Sociedad Anónima Cooperativa de Producción de Armas de Fuego Alfa", con un capital social de 300.000 pts, Alfa intentará conservar durante toda su trayectoria el carácter cooperativo y social que le dieron sus fundadores.

El primer taller se encontraba situado en la calle Vista Alegre, donde había tenido su empresa de armas Echeverria Hermanos ("Kirikixuanekua"), y la producción se limitaba a la fabricación de revólveres Smith Wesson de calibre 32 y 38. No obstante, antes de cumplirse el primer lustro, las circunstancias en que se desarrollaron la fabricación y ciclo comercial de las armas de fuego impusieron un cambio de objeto de la sociedad, y, el 4 de febrero de 1925 se acordó dedicar a la empresa a la fabricación y venta de máquinas de coser. La elección no correspondía al azar, se buscó un producto técnicamente similar o asimilable a los equipos existentes y a las especializaciones del personal; encargándose a Benito Galarraga el trabajo de preparación y búsqueda de los cuadernos técnicos de fabricación. Para entonces la empresa se había trasladado a una nueva planta situada en el Paseo de San Andrés y había conseguido el privilegio legal de fabricación del producto durante cinco años, lo que le permitió asentarse, introducirse con rapidez en el mercado y aumentar su producción de las 1.750 unidades en 1927 a 12.000 en 1935. Este proceso hizo que se convirtiera en la primera fábrica de máquinas de coser de España y que pasaran a depender económicamente de ella entre productores y distribuidores más de 1000 familias.

Durante toda esta época fue transcendental la labor realizada por Toribio Echebarria. Intelectual socialista que hizo frente como gerente de la empresa a la profunda transformación que sufrió Alfa desde el abandono paulatino de la fabricación armera a la fabricación de la máquina de coser.

AlfaDepués de la crisis que supuso la Guerra de 1936 y con una empresa totalmente diezmada - no sólo en capital industrial sino también en capital humano - se lleva a cabo, con ayuda del Banco de San Sebastian, la reconstrucción de Alfa. En noviembre de 1940 se procedió a la firma de la escritura de cesión de bienes de la antigua "Sociedad Anónima Cooperativa Alfa" a favor de la nueva sociedad "Máquinas de Coser Alfa, S.A". A partir de este momento, se produce un amplio desarrrollo que se traducirá en un aumento continuo de la producción y la ampliación de la empresa con nuevas plantas como la de la Fundición inaugurada en 1953.

La exportación y venta de la máquina de coser Alfa empezó a realizarse en 1946 y ya en la decada de los años 60 la distribución del producto se realiza a través de una red comercial propia. Se crean sucursales, delegaciones y agencias en casi todas las capitales y se llega a exportar a más de 70 paises. Durante estos años Alfa cuenta con organizaciones comerciales propias en Inglaterra y Francia y una planta industrial en Mexico.

Alfa se convirtió así en la empresa más importante de Eibar y con mayor proyección exterior, sin por ello abandonar su carácter cooperativo y social. El trabajador de Alfa contaba con una serie de ventajas inusuales en otro tipo de empresas:

  • Fondos para fines Benéficos Sociales en 1931.
  • Caja de previsión y Socorro para obreros y empleados en 1941.
  • Caja de previsión Laboral de Máquinas de Coser Alfa en 1947.
  • Viviendas.
  • Patronato de Escuelas Primarias.
  • Residencia.
  • Comedores.
  • Economato.
  • Biblioteca.

Escuela ArmeríaEs en este momento cuando Alfa comienza a diversificar la producción, bien como desarrollo de su propia actividad o en colaboración con otras empresas (Muebles Zarautz, Serveta Industrial S.A, Revestimiento de Poliester...) manteniendo siempre la máquina de coser como referencia.

Alfa fue la primera cooperativa industrial de todo el Estado; la mayoría del capital social se encontraba en manos de obreros y empleados que decidían los destinos de la empresa. Este hecho la convirtió para los eibarreses en algo más que un lugar de trabajo, conformó casi un símbolo de una forma de ser y de entender las relaciones laborales y sociales para toda una generación de eibarreses.

Egiten da bizikleta,
josteko makiña
laster egingo degu
automobila.

 

(Tomada de la canción Eibarko herria)

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