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5- El humilladero de San Ildefonso y la antigua calzada - Caserío y ermita de San Román

Deskribapena

 

Desde la campa donde se encuentra la comentada señal triple, bajamos suavemente y en el primer cruce tomamos la opción de frente-izquierda (5635 m.). Llegamos a la zona más alta entre los montes Ixketa y Akondia (6030 m.). Atrás vemos el monte Kalamua y en frente el cordal de Karakate.

Al iniciar el descenso desde Kalamua, en dirección hacia Usartza, llegaremos al primer refugio, a unos 295 m. de la campa (5285 m.). Una vez allí escogeremos un pequeño sendero a la derecha. En su bajada podremos contemplar hermosos hayedos, denominados de "S. Román", junto a otras especies de árboles. Y al llegar al final del camino nos encontraremos junto a una calzada medieval y el Santutxu de San Ildefonso, cercano al caserío y ermita de San Román y Santa Águeda, en el barrio de Aginaga (7385 m.). Éste es el último lugar que visitaremos en este trayecto. Para continuar con el mismo ascenderemos hasta Usartza por un camino paralelo al andado anteriormente, de unos 1'7 km. (9085 m.).

Finalmente desde Usartza volveremos a Arrate, lugar de origen de este recorrido paisajístico.

El humilladero de San Ildefonso y la antigua calzada

El humilladero se halla al borde de la antigua calzada que iba de Ixua hacia Markina, 200 metros antes de llegar al caserío San Román. Las primeras noticias datan del S. XVI y dicen que dependía de la ermita de San Román.

En los humilladeros, situados siempre al lado de los caminos de paso, la gente y los caminantes hacían un receso para rezar al santo, pedir su protección y echar la limosna por el ventanuco. La construcción ha sido recientemente restaurada en su totalidad, así como la calzada antigua, gracias a la labor de un campo de trabajo impulsado por el Ayuntamiento de Eibar y el Gobierno Vasco (2001).

Caserío y ermita de San Román

En sus orígenes, este caserío era la vivienda de la sacristana. Como otras muchas casas lindantes con ermitas, con el paso del tiempo se convirtió en caserío. El día de Santa Águeda (5 de febrero) o el domingo siguiente, se celebra una misa, tras la cual se ofrece chorizo, morcilla y vino a los asistentes. También se celebran otros actos religiosos a lo largo del año, especialmente los días de San Román y San Ildefonso.

Junto al caserío se encuentra la ermita más antigua del barrio Aginaga, citada ya en el S. XVI como "San Román de Zelaarte". A pesar de llevar el nombre de San Román, son dos las figuras que se veneran en la misma: la de Santa Águeda (s. XVI) y la de San Román (s. XVIII).

 

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