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Eibar Primeran.

30/05/2014
Los orígenes del fútbol en Eibar se sitúan en el año 1913. El 25 de mayo del presente año ha llegado al culmen: la primera división de la Liga. El sábado, día 31, a las 23:00 de la noche, la afición eibarresa le mostrará su agradecimiento al equipo de la SDE.

1955. Vista aérea de campo de futbol Ipurua. Eibarko Udal Artxiboa/Archivo municipal de Eibar

En 1913, el equipo eibarrés Izarra jugó su primer partido en Bergara contra el Shooting y perdió con un aplastante 8-0. El 25 de mayo del 2014, 101 años después de aquel primer partido, el Eibar jugó en Ipurua contra el Alavés, ganó por 1-0 y alcanzó la Primera División.

Todo equipo de fútbol necesita un campo para jugar. Eibar ha tenido tres campos: el de Otaolaerdikoa, el de Txaltxa Zelai y el Ipurua. El primero se inauguró el día de San Juan de 1914. El parque de Txaltxazelai empezó a utilizarse como campo de fútbol después de la guerra, concretamente en el año 1940, cuando el presidente de la SDE, Juan Artamendi, solicitó el oportuno permiso al Ayuntamiento para jugar un campeonato juvenil (EUA-AME 6857.09). Ipurua se inauguró el 3 de febrero de 1946, justo el día en el que Eibar cumplía 600 años, pero las obras no acabaron hasta 1948 (EUA-AME 3151-03). El proyecto, del arquitecto Raimundo Alberdi, consistío en explanar un terreno que había sido vertedero municipal, preparar el campo, construir la tribuna y cerrar la parte que daba a la carretera de Elgeta para poder levantar el primer campo de fútbol de la ciudad.

Ipurua ha conocido posteriormente otras obras –en el año 1960 se hizo un drenaje importante del campo- pero fue en el año 1970 cuando se realizó una remodelación total (ampliación del terreno de juego, construcción del muro Sur, graderíos nuevos) impulsada José González Ortiz de Zárate, presidente de la SDE; obra basada en el proyecto de los arquitectos Sáez Carril y Basañez que fue realizada por el contratista Andres Ros Goñi. La Federación española se hizo cargo del 50 % del costo de las obras, la Diputación asumió el 25%, y, el montante que restaba, quedó a cargo del Ayuntamiento, que tuvo que pedir un préstamo a Diputación (EUA-AME 3143.03). Desde entonces, el campo de Ipurua ha sido objeto de muchas obras de ampliación y mejora.

En lo que respecta al equipo, se ha de subrayar que la fuerza y el coraje del actual Eibar tiene un antecedente histórico en aquel primer equipo Izarra que empezó en 1913 y que en el año 1916 jugó en el campo de San Mames contra el Racing de Santander proclamándose campeón del Norte y ganando la opción de ascenso a la primera categoría. En Gipuzkoa, en aquella época, eran cuatro los equipos punteros: el Real Unión de Irún, la Real Sociedad, el Jolaskieta de San Sebastián y el Izarra de Eibar. Fueron jugadores del Izarra, entre otros, Retolaza, Planas, Crucelaegui, Azcarraga, Zabala, Félix Orbea, Arriola, Larrarte, Olaizola, Pedro Orbea y Moreno.

En los inicios del fútbol eibarrés también hay que destacar a los equipos Sport Arin, Eibar-Club, Irrintzi, Unión Deportiva Eibarresa y Club Deportivo Gallo. Tomas Echaluce, Bustinduy, Muguerza, Albizu, Olaizola, Roberto Echeverria, Ugalde, Jose Mari Echaluce, Arriola, Barrenechea y Ortuzar eran los componentes del once habitual del equipo Unión Deportiva; los del equipo "Gallo” –acérrimo rival del anterior y, parece ser que no sólo en el aspecto deportivo- eran “El Ché”, Abajo, Villabella, Larrañaga, Rodríguez, Aguirre, Ciriaco Errasti, Guisasola, Iriondo, Chapartegui, Zumaran, Apellaniz, J. Errasti, Olariaga, Barrenechea, Aristondo y Elorza. Los primeros cuatro internacionales que ha tenido Eibar son también de aquella época: Ciriaco Errasti, Muguerza, Roberto y Ramón Gabilondo –este último, unos años más tarde que los anteriores.

La Eibar Kirol Elkartea-Sociedad Deportiva Eibar que conocemos actualmente, surge en año 1940 tras la fusión de la Unión Deportiva Eibarresa y el Club Deportivo Gallo; en el año 1948 logró la Copa de Gipuzkoa, su primer triunfo importante. Ahora, a las puertas de su 75 aniversario, ha conseguido el ascenso a la máxima división con la misma actitud de esfuerzo, trabajo y dignidad que ha primado en toda la historia del fútbol eibarrés.

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