“El ciego de Arrate”, el largo recorrido de la obra pintada en su juventud por Zuloaga hasta su exposición en Eibar.

Autores como Lafuente Ferrari lo mencionan en los libros de arte, pero hasta ahora nunca se ha expuesto al público una obra que ha hecho un recorrido cuando menos abrupto hasta esta su primera exposición en Eibar.

La revista Hermés, en su número de agosto de 1917, incluía el artículo de Pedro Mourlane Michelena titulado “La familia”,  artículo en el que se plasma, a su vez, el texto que el viajero inglés Juan Jacobo Curtis publicó en la revista Widness de Edimburgo. Curtis vino a Eibar en 1888 y visitó el museo de Plácido Zuloaga. En la conversación que mantuvieron ambos hombres, Curtis le pregunta a Zuloaga si su hijo pinta, y el gran damasquinador contesta lo siguiente: “Ha pintado a un ciego que hay en Arrate. Es un ciego de apostura bíblica que puede ser bien pintado, un Job en el estercolero. Iñacito le ha interpretado muy bien. El poeta Vicente Arana, de Bilbao, ha dicho que en ese cuadro, más que un ciego, se ve la Alegoría doliente de la ceguera. El muchacho andará por su pie.”

Esa es la primera referencia literaria del cuadro que fue adquirido por un cónsul chileno en París hace muchas décadas y que, después de su periplo a EEUU,  ha permanecido enrollado en un tubo durante más de medio siglo en la casa de los descendientes del citado cónsul hasta que, al abrir el tubo, descubrieron que era un Zuloaga gracias a los documentos que había en su interior.

Hace un año fue adquirido por la Fundación Zuloaga en Chicago, en una casa de subastas. Ahora se presenta por primera vez en Eibar una de los primeros trabajos del pintor eibarrés, de unas dimensiones de 1,85 por 1,35. 

El día de San Andrés, 30 de noviembre, en la parroquia de Eibar se podrá ver por primera vez el cuadro. Las visitas guiadas del 1 al 6 de diciembre serán con cita previa, llamando al teléfono 943708423 (Ego Ibarra) o mediante email (egoibarra2@eibar.eus).