El bando “…euskaraz eta kitto!” cumple 40 años el día 21 de diciembre, día de Santo Tomás

En 1982, dentro de una amplia campaña de sensibilización organizada por una comisión mixta constituida por el Euskaltegi o Gau-eskola, agentes de amplio espectro social y el Ayuntamiento de Eibar, se publicó un Bando cuyo objetivo principal era la utilización de la lengua, así como el impulso del uso social del euskara en todos los sectores: prensa y radio, tiendas y comercios, bares y restaurantes, centros de enseñanza, talleres, sociedades y asociaciones.  

A tal efecto, se crearon grupos de trabajo específicos para cada sector con el fin de elaborar y desarrollar diferentes proyectos de difusión de la lengua dirigidos a cada uno de ellos con un objetivo principal: visibilizar el idioma y ‘sacarlo’ a la calle;  en suma, tratar de  concienciar a la gente sobre la propia existencia del euskara. Entre otras muchas actividades que se llevaron a cabo, en las escuelas de Eibar se repartieron 1200 libros y cuentos en euskara donados por la Diputación, se colocaron 11.000 adhesivos con los nombres de las máquinas en euskara en los diferentes talleres y fábricas de Eibar…

Durante aquel mes de diciembre, y queriendo también incidir en el nexo entre la lengua y la cultura, también se organizó un homenaje al escritor Jon Mirande en el que participaron, entre otros,  Txomin Peillen, Bernardo Atxaga, Alfontso Irigoien, Kazenave, San Martin, Krutwig y Kintana en tres mesas redondas en las que se analizó la personalidad del escritor, su ideología —de posición filonazi frontalmente combatida por los autores vascos—, y su trayectoria literaria, ampliamente reconocida y novedosa en el ámbito de las letras vascas.

Es en ese contexto de comienzos de los años 80 del pasado siglo en el que hay que situar el bando “…euskaraz eta kitto!” del alcalde Mikel Larrañaga que se publicó el 21 de diciembre de 1982, un bando que conminaba a los vascoparlantes a utilizar el euskara para que los que estaban aprendiéndolo pudieran tener un espacio para practicarlo fuera de las aulas. Se pretendía generar impacto y difundir dicho mensaje y, para ello,  el Ayuntamiento encargó a la recién creada empresa bilbaína Paradox un diseño singular, un texto que, a medida que se fuera leyendo, produjese  una sensación de llamada, de clamor.

Para difundir esta idea se envió el documento a la mayoría de los municipios de Euskadi y obtuvo una gran repercusión social y mediática. El mensaje y el diseño del bando recibieron una gran acogida por parte de la mayoría de las personas y a la Alcaldía de Eibar llegaron muchos telegramas de adhesión y felicitación, entre otros muchos, el del alcalde de San Sebastián, Ramón Labayen Sansinenea.

He aquí al entonces alcalde Mikel Larrañaga explicando cómo surgió y se plasmó la idea del bando, en un testimonio recogido dentro del proyecto Eibartarren Ahotan.