El documental "Santiago-etxea, lugar de encuentro", en la red.
Ignacio Zuloaga y Valentine Dethomas. Fotografía: Fundación Zuloaga, Zumaia.
El álbum fotográfico número dos de la familia Zuloaga es la fuente documental que sirve de guía para comprender la aventura del proceso de construcción de un espacio vital y artístico.
Y es Valentine Dethomas, la esposa de Ignacio Zuloaga, la que detrás de cada imagen, cual cronista, fue detallando los nombres, los datos y las fechas para que Margarita Ruyra de Andrade, doctora en Economía y fundadora de la Revista de Museología, trace, foto a foto, la historia de la casa del pintor que, después de dejar Eibar tras la muerte de su padre Plácido y haber trasladado su domicilio a Paris, quiso encontrar un lugar en su tierra natal para vivir con su familia y reunir a sus amigos.
Ahí están las imágenes que recogen la compra de los terrenos en subasta en 1910; el homenaje que le rindió Eibar el 6 de enero de 1912; las labores de asentamiento de la casa; la figura del arquitecto Pedro Guimón; la inauguración de la casa el 14 de julio de 1914 con la Banda de Música de Eibar; la construcción de un gran muro en 1916 para que los embates del mar no causasen daños a la construcción —obra que Zuloaga pagó con la venta del retrato de la condesa Mathieu de Noailles a Ramón de la Sota—.
Las imágenes descubren la historia de Zuloaga-etxea de Zumaia, un espacio creado por el pintor eibarrés para el encuentro y para ser vivido; un sito abierto a la investigación con una fototeca, una hemeroteca y un archivo epistolar de suma importancia.
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