Felisa Ventura Irigoyen
Practicanta, 1902
Felisa Ventura Irigoyen nació en Eibar en 1902.
Estudió la carrera de practicante en la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid y tras graduarse en 1923 realizó un año de prácticas en la Clínica de Obstetricia de la misma facultad, asistiendo y colaborando en las curas de los enfermos recién operados e interviniendo en operaciones quirúrgicas demostrando según Federico Murueta Goyena, catedrático de Patología Clínica Quirúrgica de la Facultad de Medicina, buenas aptitudes en el ejercicio de la profesión de matrona.
En 1925 y con 23 años, finaliza sus estudios y consigue el diploma que la acredita como “Practicante autorizada para la asistencia de partos normales”. Felisa volvió a Eibar y asumió el cargo de practicante en la Clínica Nuestra Señora de Arrate situada en Birjiñape, desempeñando labores de análisis de laboratorio, tratamientos radioterápicos, radiografías, operaciones, etc.
Desde comienzos del siglo XX, en Gipuzkoa había un grave problema con la tuberculosis y se abrieron sanatorios en la lucha contra esta enfermedad. En Eibar en 1910 había una galería y un jardín para personas con esta afección, pero al no ser suficiente, el 1 de junio de 1930 se inauguró el Sanatorio Victoria Eugenia en Amaña. Su director era el médico eibarrés Ziriako Agirre y Felisa Ventura, la cual había conseguido la plaza de practicante municipal el año anterior, asumió dicho cargo. Tanto Felisa Ventura como Ziriako Agirre trabajaron conjuntamente en la lucha antituberculosa.
En 1934, solicitó un mes de permiso con el fin de ampliar sus conocimientos sobre sanidad local y durante su ausencia lo sustituyó su hermano Jacinto Ventura, también practicante.
En 1938, la Comisión de Gobernación inició un proceso en contra de algunos funcionarios del ayuntamiento de Eibar, entre ellos Ventura, por “desafección al glorioso alzamiento nacional”. También se le acusó por una supuesta negligencia médica y fue destituida de su cargo y sancionada con la exclusión en las listas de contratación de practicantes y a la inhabilitación para el desempeño de puestos de mando o confianza.
Aunque Ventura presentó recursos, no volvió a ejercer hasta pasados cuatro años, en junio de 1943, cuando la Jefatura de Sanidad de Gipuzkoa dejó sin efecto la sanción y volvió a su puesto de practicante y matrona.
Murió en Eibar en 1959 con tan solo 57 años, orientando a su familia por el sector sanitario.
(Todas las imágenes han sido cedidas por el Fondo Nerea Ventura)