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Caracoles

Echar los caracoles a una cazuela amplia con agua fría y dejar que les salgan los cuernos, desechando los que no salgan y también los de cáscara débil. Después de examinarlos así, uno por uno, echarlos en agua algo caliente, con un puñado de sal y un poco de vinagre; hacer esta operación dos veces y luego lavarlos bien en varias aguas tibias.

Para guisarlos, poner en una cazuela aceite, bastante cebolla picada, ajos, unas 3 zanahorias, 5 choriceros (todo ello para 1 kilo de caracoles) y también tocino o costilla de cerdo picado; cuando dejen de estar crudos (los citados ingredientes) se echan los caracoles; hacerlos a buen fuego; al cabo de un rato, añadir vino blanco y luego liquido (agua o caldo, pues son muy secos y hay que ablandarlos). Tardan como unas dos horas en hacerse.

Probar si están blandos, y cuando lo estén, sacar a un colador las zanahorias y choriceros, y pasarlos; añadir tomate hecho, unas 8 nueces bien machacadas y guindilla; rectificar de sal y hervir todo suavemente. Si se quiere mejorar, se pueden añadir trozos de jamón y chorizo. Dejar enfriar. Son mejores puestos un día o dos antes.

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