"Construir en el País Vasco de posguerra. La reconstrucción de Éibar (1937-1957)"
Francisco Javier Muñoz Fernández ha sido el ganador de la edición 2009 de la Beca Juan San Martin con el proyecto intitulado “La construcción de Euskal Herria en la posguerra: La Reconstrucción de Eibar”.
El resumen de autor del trabajo, Construir en el País Vasco de posguerra. La reconstrucción de Éibar (1937-1957), es el siguiente:
En 1937 el populoso municipio industrial de Éibar quedó parcialmente destruido como consecuencia de la Guerra Civil. Al poco tiempo, desde la improvisación, la confusión y la falta de coordinación y todo tipo de medios (económicos, materiales y humanos), instituciones y particulares, en ocasiones con intereses contrapuestos, emprendieron su lenta y laboriosa reconstrucción, que a partir de 1938 y hasta 1957 quedó bajo el control y supervisión de un nuevo organismo estatal: la “Dirección General de Regiones Devastadas y Reparaciones”. En 1940 Regiones Devastadas elaboró el plan de reconstrucción de la Villa que se desarrolló en años sucesivos. El eje del plan fue la cubrición y canalización del río Ego, ya que con ello se quería conseguir, en un municipio con pocas posibilidades de expansión, más espacio para urbanizarlo según una trama regular y zonificada con lugares específicos para la industria, la vivienda y equipamientos. En ella las construcciones tenían que seguir unas ordenanzas que permitían una mayor densidad edilicia y mejoraban las condiciones higiénicas de las edificaciones; a la vez que se contemplaba mejorar el abastecimiento y evacuación de aguas, la iluminación y las comunicaciones.
El plan y las instituciones favorecieron la importancia industrial de Éibar. Sin embargo, la falta de espacio, junto con el crecimiento económico y demográfico cada vez más destacado, que los organismos oficiales no previeron y ante el que no supieron reaccionar a tiempo, hizo que las industrias, viviendas y servicios que necesitaba el municipio se construyeran siguiendo un ritmo no deseado, y según un plan obsoleto, inadecuado y limitado en el que, principalmente, prevalecieron los intereses económicos e industriales. El resultado fue una concentración masiva y siempre insuficiente de industrias y, sobre todo, viviendas, con servicios, comunicaciones y urbanizaciones deficitarias, que siguieron un desarrollo poco sostenible que ha marcado la configuración actual de la Villa.
Por otra parte el día 11 de octubre finaliza el plazo de presentación de proyectos para la actual edición, la X. edición convocada para trabajos que versen sobre el montañismo, una de las muchas facetas que investigó Juan San Martín.
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