El 1º de Mayo de Eibar: día de claveles rojos en solapas y vestidos, canciones reivindicativas, manifestaciones y celebraciones.

Son las palabras de Luciana Larreategui o los recuerdos de Benigno Bascaran los que nos retrotraen a aquel ambiente del 1 de Mayo anterior a la guerra. En el testimonio de Bascaran, se refleja la defensa de las “ocho horas de trabajo, ocho horas de ocio y ocho horas de diversión", las manifestaciones que se celebraban, las banderas rojas que portaba la chiquillería, la fiesta reivindicativa.

José Antonio Albizu comenzó a trabajar el 1 de mayo de 1958 y habla de las condiciones laborales de la época. Desde el 13 de abril de 1937 era un día laborable, pero mediante la Orden del Ministerio de Trabajo —publicada en el BOE el 25 de abril de 1956— se declaró fiesta laboral y no recuperable la de San José Artesano, el día 1 de mayo de cada año, patrono de los trabajadores cristianos, fiesta instituida por el papa Pio XII en 1955. De esa manera, la fiesta de cariz marxista se transformó en fiesta de obreros cristianos, como bien refleja Dolores de la Calle, investigadora de la Universidad de Salamanca, en su trabajo El primero de Mayo y su transformación en San José Artesano.

Antes y después de la guerra, en la calle y en silencio, muchos eibarreses y eibarresas han celebrado el día de los trabajadores y no son pocos los que aún recuerdan la canción "Hoy día 1º de Mayo". He aquí la letra y la partitura:

Hoy día Primero de Mayo
Abandonamos las labores
Pues los trabajadores
Guardan su fiesta
Más popular
Vayamos tras la redención
Por la senda de la unión,
Y a nuestro esfuerzo titánico
Se hundirá el burgués tiránico.
En este día de placer,
Nuestro grito ha de ser:
¡Viva el primero de Mayo, Viva!
“Viva” se oiga a doquier
Los proletarios reunidos aquí,
Nuestros anhelos mostramos así,
Y pronto el día dichoso vendrá
En que lo ansiado así, logrado será
¡Sí será, sí será¡