El Archivo municipal recibe el legado del fotógrafo Benigno Plazaola
La óptica de Plazaola en la calle Estación (1953). Foto: Benigno Plazaola. EUA-AME
Los herederos del fotógrafo Benigno Plazaola han donado al Ayuntamiento su Archivo Fotográfico. El acto ha sido oficializado mediante la firma del convenio por el que el Ayuntamiento se compromete a integrar este Fondo Fotográfico Benigno Plazaola en el Archivo municipal de Eibar; poner el Fondo Fotográfico Benigno Plazaola a disposición de los investigadores y del público en general, para su divulgación, de la forma que los responsables técnicos del Archivo consideren más oportuna; mantener dicho Fondo en las condiciones de seguridad y conservación que garanticen la preservación del mismo; no dividir el fondo en diferentes entidades con el objeto de no devaluar su valor cultural; y convenir la citación en el uso público de este conjunto como Fondo Fotográfico Benigno Plazaola.
A finales del año 2015 la familia Plazaola se puso en contacto con el Archivo municipal manifestando su intención de donar al Ayuntamiento el Archivo fotográfico que durante más de treinta años de profesión, Benigno Plazaola, había ido guardando en poco más de 6 cajas y que contenían alrededor de 60.000 negativos. Benigno Plazaola Goronaeta (1917-1988) natural de Oñate, estudió Óptica en Madrid, se inició en la profesión en la óptica de un familiar en la ciudad de Santander y, tras un breve paso por San Sebastián —donde conoció a la que sería su esposa, Ramona Aguirre— en el año de 1947 se estableció en Eibar, y es aquí en Eibar, en el número 8 de la calle Estación, donde abriría su establecimiento de óptica y fotografía.
En su óptica de la calle Estación trabajaron también, entre otros, los fotógrafos Javier Aguirresarobe, Javier Fernández y Martín Romarate.
El Archivo municipal, una vez recibida la documentación, ha elaborado un primer inventario, ha etiquetado las cajas y numerado los negativos, para, así, tener una primera aproximación sobre este legado fotográfico. Hemos podido comprobar la importancia que para una ciudad como Eibar supone el contar con este importante fondo de imágenes, ya que en ellas se recoge la vida política, social y económica de la ciudad entre los años 1950 y 1985; inauguraciones, fiestas, actos religiosos, nombramientos de corporaciones, creación de empresas e industrias y, sobre todo, deporte, mucho deporte: el balonmano con el Club Arrate; la pelota en el Astelena; el baloncesto en la cancha de la Universidad Laboral; el atletismo del Club Deportivo; el ciclismo organizado por la Sociedad Ciclista Eibarresa y el Club Ciclista Eibarrés. Sin olvidar el seguimiento exhaustivo del discurrir de la Sociedad Deportiva de Eibar y su equipo en las distintas categorías.
Queda el reto de hacer una importante tarea de documentación y digitalización para poder poner a disposición de todos los eibarreses la memoria gráfica de uno de los periodos más importantes de su historia.
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