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El Club Deportivo de Eibar, la asociación más antigua de nuestro pueblo, cumple hoy 100 años

30/01/2024
Cuenta con trece secciones y 2.729 socios/as y es una de las mayores entidades de Gipuzkoa

El Club Deportivo de Eibar nació el 30 de enero de 1924, en una asamblea dirigida por Cándido Arrizabalaga “Apotxiano”, y las personas allí reunidas crearon la entidad con el ánimo de unificar todas las asociaciones deportivas que ya existían en la localidad (Unión Deportiva Eibarresa, Altzapraka, Irrintzi, Lagun Artea...), al margen de la política, con el fin de aunar esfuerzos para llevar a cabo los objetivos que figuran en el acta de fundación de "defender la afición al atletismo, ciclismo y alpinismo". Se le puso el nombre de Club Deportivo de Eibar y se aprobó su reglamento. En cuanto al nombre en euskera, una decisión ya adoptada hace tiempo, en la Asamblea celebrada en marzo de 2023 se ratificó que sería “Eibarko Klub Deportiboa”. Desde su creación mostró el deseo de satisfacer el ansia de saber de la ciudadanía y la importancia de la preparación para la práctica deportiva, organizando para ello charlas "a cargo de reputados médicos y distinguidos deportistas”.

En aquellos primeros años las mujeres no tenían la posibilidad de ser socias, pero en 1933 se modificaron los Estatutos del Club y así llegaron mujeres al equipo directivo. El Club Deportivo de Eibar jugó un gran papel en el origen de la "Federación Vasca Navarra de Alpinismo", una característica que, por otra parte, siempre le ha caracterizado: su relación y estrecha colaboración con otras entidades, asociaciones y colectivos. A lo largo de la historia, el Club Deportivo de Eibar ha colaborado con numerosas entidades para llevar a cabo diferentes proyectos de manera conjunta y coordinada. En el campo de la espeleología, ha realizado trabajos de investigación, en ocasiones en colaboración con Aranzadi, trabajos de topografía y registro en montes cercanos, exploración de cuevas, investigación del sistema kárstico, y ha hecho hallazgos de gran consideración; también ha trabajado para los ayuntamientos realizando labores de investigación y rastreo en torno al agua.

El ámbito cultural fue un tema de gran importancia desde el inicio, y así se creó una Biblioteca, con el objetivo de elevar el nivel de conocimiento de los socios y socias, ofreciendo un rincón para la lectura y un servicio de préstamo de libros. En una época se enseñaba esperanto en las propias oficinas del Deportivo y se ofrecían clases de euskera para adultos. En la década de los 60, el Club en colaboración con la Cultural Arrate, se ocupó de la organización de la “Fiesta Vasca Infantil” o "Euskal Jaia", un día en el que llegaban a Eibar numerosos grupos de danzas de diferentes localidades y en el que las sociedades gastronómicas locales ofrecían comidas y muchas casas de Eibar acogían a los dantzaris para dicho evento. En aquella época el grupo Kezka del Club Deportivo contaba con cerca de 200 txistularis y 600 dantzaris. Actualmente, además de su participación en diversas iniciativas locales y ser una escuela de danza vasca de muchos niños y mayores, es uno de los mejores embajadores culturales de nuestra ciudad y un grupo que ha renovado profundamente las viejas tradiciones; buen ejemplo de ello son las “Koko-Dantzak” de Carnavales, o los bailes de la Virgen de Arrate.

La sección de fotografía también ha desarrollado una dilatada y fructífera trayectoria ofreciendo cursos a todos los niveles para cualquier persona que quiera acercarse a este mundo, y preparando y organizando exposiciones y prestando todo su apoyo técnico en el concurso de fotografía Indalezio Ojanguren y en otras actividades que organiza el Ayuntamiento.

La sección de ajedrez por su parte organiza con gran éxito el Concurso de Ajedrez Ciudad de Eibar Memorial José Mari Kruzeta, y los y las ajedrecistas locales participan en infinidad de campeonatos de ajedrez, pero también realiza una labor muy importante de cara a los más jóvenes de la localidad: una escuela de Ajedrez para alumnado de hasta 5º de Primaria.

En el Club Deportivo la pelota también ha tenido gran presencia y hoy en día continúa trabajando intensamente en la promoción de dicho juego, empezando por los más pequeños; hay 50 niñas y niños de todas las edades en la Escuela de Pelota y se organizan diversas actividades relacionadas con dicho deporte.

El Club Deportivo comenzó a publicar un boletín antes de la guerra, en 1930, y en 1964, cuando el Club cumplió su cuadragésimo aniversario, publicó por primera vez la publicación Kezka en formato de revista. Inicialmente se publicaba semestralmente, luego una vez al año, hasta que en enero de 1975 se publicó el último número, 13. Al cabo de unos años, se volvió a editar entre 1989 y 2001. Una publicación que refleja el trabajo realizado dentro del club y las inquietudes de la sociedad eibarresa en cada momento.

La Comisión de Montaña del Deportivo ha trabajado realizando diversas actuaciones por el bien de la ciudad a lo largo de este siglo, en ocasiones, junto con la Federación de Montaña: construyó fuentes en los montes cercanos (en el barranco del Urko, en el camino a Kalamua, en Karakate...), ha marcado y planificado caminos de montaña, ha limpiado caminos... También ha construido y gestionado refugios: el refugio de los Zuloagas de Urraki, los refugios junto al camino de Kalamua y Arrate, de gran importancia en tiempos pasados, para protegerse de las inclemencias meteorológicas. El Ayuntamiento de Eibar también le debe a esta sección del Club la investigación, visualización y difusión de los mojones históricos de nuestro pueblo. Las salidas al monte se han organizado desde siempre para mayores y niños, y aunque es más conocido la de adultos, las salidas con niños y niñas a nivel local juegan un papel fundamental en la socialización e integración de los niños.

Un aspecto menos conocido y destacable es el de los rescates: cuando alguna persona de Eibar u otro ciudadano o ciudadana ha sufrido un accidente, se ha caído o se ha perdido en la montaña, el club siempre ha mandado a un grupo de montaña a participar en los rescates en los montes cercanos (Atxarte, Udalatx..), y a menudo a Picos de Europa y Pirineos, en estrecha coordinación con el resto de equipos. El equipo de Subacuáticas también ha realizado numerosas labores de rescate, en siniestros ocurridos en el río, aportando material y personal técnico, muchas veces con buzos de Ondarroa, y ofreciendo asistencia técnica cuando se ha producido algún desastre. También se dedican con frecuencia a la limpieza de ríos, playas y riberas, reuniendo mucha gente en dicha labor.

El atletismo fue uno de los tres pilares fundacionales del Club (junto con la montaña y el ciclismo). Desde antes de la guerra han sido muchos los eibarreses que han practicado este deporte, hombres y mujeres, y además de participar en diferentes competiciones y campeonatos, se han impulsado las carreras populares que se celebran en las propias calles de la localidad, organizando, entre otros, olimpiadas entre clubes o la San Silvestre de fin de año. El Memorial Eulogio Echeverría, El premio Bolumburu o la carrera Simón Aldazabal son algunos de esos eventos que organiza el Club Deportivo con gran afluencia de gente; con una gran participación de personas de la ciudad y foráneas.

El ciclismo es probablemente la actividad más conocida del Club Deportivo, no sólo en Eibar, sino también más allá de sus fronteras. Antes de la guerra, en 1924, se organizó el Día del Pedal, un evento que tuvo un gran éxito de público y que tuvo continuidad hasta desembocar en la Subida a Arrate; el Premio San Juan o el Trofeo Mardaras son también algunas de las pruebas que ha organizado el Club. También organizó durante muchos años el Campeonato de España de ciclo-cross en las calles de Eibar. La Subida a Arrate tuvo una gran repercusión a nivel local, debido, por una parte, a la gran cantidad de gente que participaba en la organización, no sólo del Club; y por otra, además de generar un gran impacto económico en la localidad, por haber logrado tener una repercusión a nivel internacional, hasta que en 1980 se unieron la "Subida a Arrate" y la "Bicicleta Eibarresa" del Club Ciclista y comenzaron a organizar una única carrera de categoría internacional, la Euskal Bizikleta, que en la actualidad ha devenido en la Euskal Herriko Itzulia. En este deporte, el Club siempre ha estado en contacto y ha trabajado en colaboración con otras asociaciones. La escuela de ciclismo se puso en marcha a partir de 1996, en todos los niveles (alevín, juvenil y aficionado), con el objetivo, más allá de la mera organización de carreras, de que los y las jóvenes practicaran este deporte. La trayectoria de la escuela ha sido fructífera ya que del equipo de aficionados han pasado 10 corredores a nivel profesional. Ese mismo año también comenzó el equipo de ciclo-cros y, en 2005, el equipo femenino (con dos categorías, junior y élite), que, por su calidad, participó en el Giro de Italia, en el Tour de Francia y en las pruebas de la Copa del Mundo, superando muchas barreras por el hecho de ser mujeres.

Es difícil resumir los 100 años del Club Deportivo de Eibar; es difícil hacer un recorrido en unas líneas de un club que ha reunido tantas personas y tantas actividades a lo largo de su historia. Ayer, en la víspera de su centenario, una de las mayores asociaciones de Gipuzkoa alumbró el camino de la cima de Urko y puso de manifiesto, una vez más, el apego de los eibarreses y las eibarresas por su centenario Club.

Foto: Amaia Agirre. https://instagram.com/animalattitudephoto
Foto: Iraia Agirre. https://instagram.com/animalattitudephoto

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