8.- Palacio Sagartegieta
Para poner el punto final a este pequeño paseo que hemos dado para visitar el patrimonio histórico-artístico de Eibar, saldremos del núcleo urbano y nos dirigiremos hasta Maltzaga, donde está ubicado el palacio Sagartegieta (Sarteitta). Se trata de un edificio bonito y elegante, pero años de abandono han hecho que actualmente se encuentre bastante deteriorado. Además, no es sencillo llegar hasta él. Por un lado la cantidad de pinos y zarzas han cerrado el paso a la zona; por otro, las obras de la autopista también han dificultado un poco más al acceso. En el camino que va de Eibar a Elgoibar, pasaremos el cruce de Malzaga, y a unos 300 metros tomaremos una pequeña pista que sube hacia la izquierda. Esa pista embarrada, más adecuada para caminar que para subir en coche, nos llevará hasta Sagartegieta
Parece ser que originariamente se trataría de una edificación bastante sencilla, seguramente más cercana a un caserío que a un palacio, pero a medida que sus habitantes (los Sagartegieta y posteriormente los Sustaeta) iban cobrando fuerza, el edificio también se amplió y fue tomando otro aspecto. El edificio actual es de estilo neoclásico, de mediados del siglo XVIII. Durante años la casa Sagartegieta tuvo mucha importancia, asumiendo el liderazgo de la zona Malzaga. A lo largo del siglo XX, al ir perdiendo fuerza, volvió a sus orígenes, se convirtió en caserío, y tras la guerra civil se abandonó.
Durante siglos la casa Sagartegieta tuvo bastante poder en toda esa zona. Hay que recordar que Malzaga siempre ha sido un punto clave en las comunicaciones de la comarca y de Gipuzkoa. En Malzaga confluían los caminos reales que llegaban de Gipuzkoa (uniendo a su vez la costa con el interior), la que llegaba de Bizkaia, y la que siguiendo el cauce del río Deba se dirigía a Araba y Castilla. Durante siglos Malzaga ha sido paso clave de mercancias tan valiosas como armas, carbón, trigo, pescado, etc. Como consecuencia, se convirtió en punto destacado la comarca, y además de la casa torre de Sagartegieta y varios caseríos, Malzaga también ha dispuesto durante siglos, entre otras cosas, de ermita, venta, aduanas y escuelas. Con la llegada del ferrocarril al País Vasco, Malzaga siguió siendo el punto clave para el enlace entre las líneas de Gipuzkoa, Bizkaia y Araba. Aunque durante los últimos 50 años su importancia social ha decaído visiblemente, aún sigue siendo un importante cruce de caminos: desaparecieron las carretas tiradas por mulas, y la estación de tren está fuera de uso, pero en la era del coche y las autopistas, Malzaga vuelve a ser punto clave para la comunicación entre las tres provincias.
Foto: Palacio Sagartegieta, 1998 (Nagore Bengoetxea, Archivo municipal de Eibar)
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