Edificios eibarreses: la fábrica de Gaspar Arizaga.

A finales de 1946 el industrial Gaspar Arizaga solicitaba permiso para construir, según proyecto del arquitecto Raimundo Alberdi, un edificio de nueva planta en un solar que poseía frente a la estación de ferrocarril y que estaba ocupado por un edificio destruido durante la guerra.

Arizaga quería alojar en el nuevo edificio tanto su firma de fabricación de escopetas como la vivienda familiar, siendo significativo que sintiese la necesidad de mencionar en la memoria justificativa que la fabricación de escopetas era una de las industrias menos molestas y más limpias, a pesar de que, en cualquier caso, según añadía en la misma memoria, el cuarto de máquinas estaría en el sótano.

Construido a partir de una estructura de hormigón, el edificio Arizaga cuenta con un sótano, dos primeros pisos, a los que las servidumbres de la orografía impusieron trazado en forma de gota de agua, dedicados al taller y las oficinas, y dos superiores, en un cuerpo de menor longitud pero planta más regular, que albergaban las viviendas.

Exteriormente, sus cuatro alturas forman un conjunto uniforme, unidas, a pesar de la diferencia de planta entre los primeros dos pisos y los dos dedicados a vivienda, por el acabado de la fachada a base de losetas gris-azuladas, el remate en curva de la fachada oeste y su coronamiento por una pequeña estructura en forma de torreón con ventanas redondas que le da una apariencia no exenta de belleza a pesar de lo angosto de su encuadre.


(Investigador: Iñigo Artamedi Ortiz de Zárate. Fuentes: Archivo Municipal de Eibar:    6865.17)