Eibar 1960-1980: Gozo eta mikatz documental para jóvenes
Pensado para el alumnado de los centros educativos de IES y Bachiller de Eibar y dirigido también a toda la ciudadanía en general, es un documental sin grandes pretensiones que pretende transmitir algunos pasajes de la ciudad en un contexto determinado, partiendo de las exigencias del currículo escolar del alumnado y que ha contado con la colaboración del profesorado.
Está dividido en cuatro partes. La primera abarca los años 1960-1965, años de crecimiento, quizás desmesurado. Eibar contaba entonces con 31.860 habitantes; había trabajo en todas partes; grandes fábricas y pequeños talleres en los bajos de las casas. Eran los años del Congreso de Múnich (‘contubernio’ para el franquismo), de la guerra fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética, de la construcción del muro de Berlín…
La segunda parte (1966-1972) corresponde a una de las épocas más prósperas que ha conocido Eibar: fue entonces cuando se construyó la torre de Unzaga; no faltaba el trabajo; había sed de cultura y libertad; la Euskal Jaia, la Fiesta Vasca de entonces fue todo un éxito; se organizaban concursos de cantantes en el Jai-Alai; se abrió Juan XIII, la cooperativa de consumo en Urkizu…
Sin embargo, en aquellos años se vivieron grandes momentos de tensión: los estados de excepción, el secuestro de Lorenzo Zabala, las huelgas en las fábricas, el proceso de Burgos y la muerte del eibarrés Pérez Jauregui en una manifestación; hechos que quedaron marcados en la memoria.
El tercer capítulo (1973-1975) corresponde al periodo en el que la población eibarresa empieza sufrir las consecuencias del aumento del precio del petróleo y la inflación; y, en el apartado político, el ‘caso Añoveros’, las últimas penas de muerte del franquismo y la muerte de Franco.
La parte final (1976-1980) corresponde a los años de las reivindicaciones, a los años de ilusión y esperanza de cara al futuro, a los grandes cambios políticos (la amnistía, la Reforma, la Constitución, el Estatuto, las primeras elecciones municipales). Es la época del gran movimiento asociativo encarnado en la asociación Gure Herria, un ejemplo del trabajo colectivo. En el ámbito de la cultura y el euskera se dieron grandes pasos; las demandas de las mujeres, hasta entonces silenciadas, empezaron a oírse por vez primera de manera clara y contundente. Dado el alto porcentaje de población en edad escolar, en aquellos años había muchos centros escolares en Eibar; el colegio Virgen de Arrate y la ikastola Iturburu se construyeron en el año 1978.
Eibar contaba en 1979 con una población de 39.919 habitantes, la mayor cifra de la historia de la ciudad.
Aquellos años no estuvieron exentos de dificultad; fueron dos décadas de grandes vicisitudes y conflictos, pero también de grandes ilusiones y de esperanza de un futuro mejor.
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