El Ayuntamiento realizaba un estricto control de la leche que vendían las baserritarras en las plazas de mercado de Eibar.
Chapa de control de la venta de leche (1974)
Esta era una de las labores del veterinario local: ir a los dos mercados, al de Errebal y al de Ipurua, coger una muestra de leche de las marmitas y analizarla. Y no tenemos que remontarnos muy atrás en el tiempo: ese control se llevó hasta los años ochenta del pasado siglo. Muchas mujeres baserritarras de Eibar aún lo recordarán.
Las funciones del veterinario en el mercado de abastos se reflejan en las Ordenanzas Municipales y aún siguen vigentes:
"El Ayuntamiento, a través del Veterinario titular llevará a cabo la inspección de las carnes, pescados, tocinos y demás artículos alimenticios destinados a la venta, sellando las primeras. La inspección se llevará a cabo todos los días en las horas o momentos que crea conveniente. El Veterinario titular inutilizará convenientemente y en el acto, valiéndose del personal subalterno, los artículos destinados a la venta que se hallen en malas condiciones, dando cuenta a los Corporativos, Órganos de Gobierno y técnicos responsables de la competencia municipal de Mercados y Abastos, diariamente de los artículos inutilizados."
La placa azul con la inscripción “Leches” nos da cuenta del control municipal que se ejercía sobre la venta directa de leche en las plazas de mercado de nuestro pueblo.
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