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Niños de la Guerra de Eibar: 205 nombres

03/04/2012
Tras tres meses de investigación, a modo de conclusión y agradecimiento, expondremos en unas pocas líneas la presencia de los niños eibarreses en las expediciones de evacuación durante la Guerra Civil. Han sido 205 los nombres hallados, y la lista de las personas, organizaciones e instituciones que han colaborado con Ego Ibarra es muy amplia.

“Niños de la Guerra” eibarreses en Rusia. De izquierda a derecha, arriba:Luis Arana y Alberto Lizarralde ; abajo, Eugenio Prieto, Isaías Albistegui y Ernesto Larreategui. Fotografía: familia de Alberto Lizarralde.

Niños eibarreses en las expediciones

La mayoría de los niños eibarreses estuvieron en Francia, debido a su cercanía geográfica y a la mayor facilidad para acceder a este país. Desde Francia, y tras pasar un periodo de cuarentena, algunos de estos niños eran enviados a Bélgica, ya fuera a través de l’Oeuvre des Enfants Basques, organización católica fundada por el cardenal Van Roey, o mediante la asistencia del movimiento socialista belga.

Por otro lado, la expedición al Reino Unido partió desde Santurce el 21 de mayo de 1937 a bordo del trasatlántico “Habana”. Los casi 4.000 niños embarcados, de los cuales veintiuno  eran eibarreses, llegaron dos días más tarde a Southampton y fueron conducidos al campamento de Eastleigh. Al constatar que su estancia en el país se prolongaría más de lo previsto, fueron repartidos por diversas colonias y familias.

En cuanto a la U.R.S.S., hubo en total cuatro expediciones, mas sólo una partió desde el País Vasco. El 13 de junio de 1937, el “Habana” zarpó desde Santurce para dirigirse a Francia. Allí los niños tomaron un segundo barco, el Sontay, que los llevó a Leningrado (actual san Petersburgo). Sorprende el elevado número de niños eibarreses que fueron evacuados allí, unos 60. A diferencia de otros países, en la U.R.S.S. no fueron acogidos por familias, sino que permanecieron en las “casas infantiles” de Odessa, Jersón, Kiev, Stalingrado, Pravda, Obninskoye, etc.

En un principio se preveía que los niños estarían en el extranjero por un tiempo muy limitado. Sin embargo, algunos retornos se demoraron mucho o no se produjeron jamás. El caso de la U.R.S.S. es paradigmático, ya que los que deseaban volver tuvieron que esperar 20 años. La primera posibilidad de regresar se presentó a finales de 1956. Para entonces, los niños se habían convertido ya en adultos, habían concluido sus estudios, se habían casado y habían tenido hijos.

Ciudadanos, instituciones y archivos que han colaborado.

Se ha contactado con diversas instituciones. En el caso belga podemos citar, a modo de ejemplo, CEGES (Centre d’Études et de documentation Guerre et Sociétés Contemporaines, Bruselas), KADOC (Documentatie-en Onderzoekscentrum voor Religie, Cultuur en Samenleving, Lovaina) y AMSAB (Instituut voor Sociale Geschiedenis). Del mismo modo,  han proporcionado una valiosa ayuda diversas asociaciones de “niños de la guerra”, tales como “Basque Children of ’37 (UK) Association” (Reino Unido) o la Asociación de los Niños de la Guerra en Namur.

También ha sido fundamental la colaboración ciudadana. Unos cuarenta niños y familiares han respondido a nuestro llamamiento, facilitándonos  datos de gran valor. Es muy  remarcable la colaboración  de varios historiadores e investigadores en el proyecto. Gracias a todos ellos hemos logrado recopilar excelentes datos y una magnífica selección de fotografías.

La consulta obligatoria de la bibliografía especializada  se ha unido a la información que hemos obtenido de los siguientes archivos e instituciones: Archivo del Nacionalismo Vasco (Fundación Sabino Arana), Irargi (Centro de Patrimonio Documental de Euskadi), Fundación Universitaria Española, Archivo Municipal de Eibar, Archivo General de la Administración (Alcalá de Henares), Centro Documental de la Memoria Histórica (Salamanca), Archivo de la Fundación Pablo Iglesias, Fundación F. Largo Caballero y el Archivo del Arzobispado de Malinas-Bruselas. 

 

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