Tiburzio Anitua (1848-1938)
Aprendió el oficio de grabador y a los pocos años viajó a Colombia, a la ciudad de Barranquilla. Allí se hizo cargo de una gran tienda de armería y tuvo como ayudante a otro eibarrés, Juan Sarasua, al que más tarde vendió el negocio.
Tiburzio Anitua, soltero y sin descendencia, conocedor de la historia del Hospital de Eibar -fundado alrededor de 1563, destruido por los franceses en 1794 y reconstruído gracias a los 4.000 reales enviados por el religioso Francisco Areta desde Argentina- donó en su testamento todos sus bienes al hospital.
Timoteo Zubiate, que fue alcalde de Eibar, y por aquel entonces, administrador del Hospital para pobres, pudó sacar adelante el Hospital -actualmente Residencia San Andrés- gracias al dinero de Tiburcio Anitua.
Tiburcio Anitua fue bienhechor del Hospital de Eibar.
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