Su madre escribió a la mujer de Franco para conseguir un piso
Su madre escribió una carta a la mujer de Franco explicándole la situación en la que estaban. Un amigo de su marido, Pagoaga, trabajaba en la oficina de Orbea y le pasó a máquina la carta, pero se quedó asustado con lo que ponía. Entonces su madre modificó la carta, porque no había pensado en las consecuencias, y se la dio a Amparo la recadista para que la certificara en Bilbao. A los pocos meses recibió la respuesta. Las monjas le entregaron la carta con comentarios irónicos. Se veía que habían leído la carta y que la habían vuelto a cerrar con clara de huevo. Así consiguieron un piso. Su padre murió tranquilo sabiendo que no moriría en el sanatorio.
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